Una llamada inesperada puede llegar portadora de buenas noticias o de malas, la mía fué de peores.
A veces sabes que las cosas pueden suceder, eres consciente de que hay caminos que llevan irremediablemente a un destino gris tirando a negro.
Lo sabes y esperas que un día, alguien haga llegar a tus oidos lo que sabías podía ocurrir, lo que era seguro iba a ocurrir, pero no hay preparación posible que te ayude a asumirlo.
Te envuelve la tristeza, porque lo peor no es el presente sino el futuro que ves.
He luchado mucho por cambiar su ruta, dos seres castigados por un entorno, del que nunca pudieron sacudirse el poso de anormalidad que les golpeó año tras año.
Miro hacia adelante y llega el abatimiento de la derrota, hasta cuando ?
Quizás en la próxima llamada la noticia llegue envuelta con el fin de una vida, y de una parte de la mía.