7 Madres que renuncian a su trabajo

7 cosas que me hubiera gustado saber antes de ser  ama de casa

 
Cuando tenía dos niños muy pequeños y estaba planeando un tercero, tuve que dejar mi trabajo en un banco de Londres   y me convirtí en una madre y ama de casa. A pesar de que escribí mientras  estaba en casa con mis hijos, me pasé la mayor parte de mi tiempo cuidando de ellos. Esta decisión iba en contra de todo lo que le enseñaron a creer en la década de 1970 y 80 y todo lo que había hecho para prepararme para mi vida adulta.

 

 
 

La decisión de quedarse en casa o permanecer en el trabajo se basa en una confluencia de factores profundamente personales. No creo que una mujer puede sugerir lo que es mejor para otro. Hablando sólo en mí misma y teniendo una mirada hacia atrás, esto es lo que hubiera gustado saber antes de que decidiera ser madre y ama de casa.
 

1) Mi confianza tomaría un gran éxito

Entrando en la edad adulta, pensé que la confianza era algo que venía de adentro, que nuestro sentido de sí mismo se desarrolló en la infancia y la adolescencia. Mientras que la confianza o sentimientos de competencia social podrían estar firmemente establecidos por la graduación de la universidad, pronto descubrí que la confianza del profesional es una bestia voraz que necesita ser alimentado con una dieta regular de éxito. Como madre y ama de casa no tenía nada para alimentar este glotón, que pronto entró en declive terminal.

A pesar de que me sentía más segura como una madre, más segura que podría dirigir con éxito tres niños desde la infancia hasta la edad adulta, me encontré cada vez menos segura en mi capacidad para lograr cosas fuera de la esfera doméstica. Mi confianza fue embestida por todos los lados. Descubrí cuando fui volver a trabajar  después de un par de años y un par de hijos, que todos eran  increíblemente jovenes.y  las personas que eran de mi edad habían avanzado mucho más.
 

2) Mi mundo se contraería

La mayoría de nuestros amigos serán  los padres de amiguitos de la  escuela que estén  cerca de nuestro entorno socioeconómico. Quedarse en casa con los niños puede conducir a una situación en la que cada vez más de las personas que entran en contacto con son como personas como nosotros.
Mientras que en el puesto de trabajo, se  amplía nuestro mundo. Una oficina puede estar lleno de hombres y mujeres de todas las edades y procedencias. Es más probable que traer un flujo de gente nueva y diferente en nuestras vidas mucho más allá de los límites de los otros padres en el grado de nuestro hijo de Trabajo. Habitar el mundo del trabajo nos pone en contacto con un círculo más amplio de personas. Convertirse en un ama de casa puede tirar ese proceso en reversa.
 

3) Me ponía a temblar cada vez que alguien me decía: "Entonces, ¿qué haces?"

Me encanta conocer gente nueva, pero temía lo que yo sabía que iba a ser una de las primeras preguntas cada vez conocía a alguien. Claro, se puede hablar de trabajo voluntario, o lo que solía hacer, o lo que espera hacer, o puede simplemente gritar,  "no hago nada. ¿Me escuchas? Nada."
El  rechazo hacia  las mamás que se quedan en casa, el rechazo que reciben no es muy grande de otras mujeres, pero mucho peor que los hombres. He encontrado que las mujeres aman a encontrar puntos en común entre sí. Pero conocer a un hombre en cualquier entorno, indicándole que quedarse en casa con los niños todo el día, y, a menos que él hace lo mismo, tiene 60 segundos en el que se compadecete lo duro que sus sábados por la tarde a solas con sus hijos son, antes de pasar hablar con alguien más.
 

4) Me sentiría como si yo no había puesto el mejor ejemplo para mis hijos

Una de las preocupaciones constantes de algunas madres que se quedan en el hogar es el temor de que no están dando los mejores ejemplos para sus hijas. El mensaje que di mis hijas  era que los hombres y las mujeres tienen diferentes responsabilidades, y mientras   uno usado ha ejercido una preofesión y ha sido recompensado económicamente y el otro no.  
 

5) El permanecer en casa con niños pequeños es agotador

Antes de irme de mi trabajo, mi marido y yo salíamos de la casa juntos todos los lunes por la mañana con un gran suspiro de alivio. Para las próximas 12 horas que quiere trabajar, leer, comer, y los viajes, sin las constantes demandas de los dos menores  Durante el día me iba a pasear y a tomar algo con una amiga o hacer un mandado rápido por mi cuenta. Todo eso se acabó cuando tuve a los niños.
Para cualquiera que haya pasado la mayor parte de su carrera trabajando en una oficina las pausas para tomar el café son cuando uno quiere, pero , el implacable ritmo de la vida con niños pequeños puede ser mucho más difícil de lo previsto. Los niños pequeños. Llevan te dejan agotada con su constante necesidad de actividad y la atención. Ningún jefe fue siempre tan exigente.
 
 

6) Me gustaría envidiar a las mujeres que habían encontrado su propio equilibrio trabajo / vida

La envidia no es una cosa bonita. Es mucho más fácil  convertirse en una madre y ama de casa que dejar de serlo.  me hizo sentir mal conmigo misma. No me sentía desprecio por las madres de trabajan , sino envidia. Ahora acababa  de intentar poner ese proceso a la inversa.  volver a trabajares muy dificil.  Al mirar la cohorte de mujeres altamente cualificados que abandonan la fuerza de trabajo, sólo alrededor de tres cuartas partes va a volver a trabajar. Y muchas de ellas a media jornada.

Quedarse en casa es un riesgo económico enorme para casi cualquier mujer. Al tomar un descanso de la carrera de cualquier período de tiempo considerable, las mujeres corren mucho riesgo
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7)  Me gusta el tiempo con mis hijos

Nadie tiene que decirle a los padres que los días de tener a sus hijos en el hogar están contados. Desde su infancia, parece como si el universo cambia para avanzar rápidamente. El impulso de pasar este tiempo con ellos es una fuerza poderosa que se reproduce en las madres y los padres.  El tiempo que pasé en casa con ellos fue un regalo para los que nunca voy a ser capaz de expresar toda la profundidad de mi gratitud.

Por lo tanto, no me arrepiento de tiempo pasado con mis hijos, ni por un segundo. Se desperdician los años? Por supuesto no.